Las tecnologías transversales son pilares fundamentales para transformar y optimizar múltiples sectores industriales, ya que permiten afrontar desafíos complejos aportando soluciones más rápidas y eficientes. Una de las principales ventajas de estas tecnologías es que no se limitan a una única etapa de la cadena de valor del hidrógeno, sino que tienen la capacidad de contribuir en las diferentes fases de producción, almacenamiento y distribución, uso como fuente de energía y uso como materia prima, promoviendo mejoras en eficiencia, sostenibilidad y reduciendo riesgos y costes.

El impacto que pueden generar a gran escala las convierte en un elemento clave para el desarrollo económico, la competitividad empresarial y la sostenibilidad en un vector energético crucial, como el hidrógeno.

Las herramientas digitales avanzadas, la inteligencia artificial, sistemas de gestión energética o de evaluación de la sostenibilidad son ejemplos de tecnologías que juegan un rol esencial para garantizar un funcionamiento óptimo de los sistemas, asegurando una viabilidad técnica y económica que permita alcanzar un hidrógeno accesible y competitivo.