Catálogo de tecnologías de Uso del hidrógeno como materia prima
El hidrógeno puede usarse como materia prima para producir combustibles sintéticos, por lo que almacena hidrógeno de forma versátil, aprovechando las ventajas de los combustibles para integrarse en las aplicaciones de uso final, sin modificarse los sistemas existentes, dada la naturaleza química de sus propiedades.
Los combustibles sintéticos líquidos en condiciones ambientales tienen ventajas frente a los gaseosos, en cuanto a densidad energética, ya que los hace utilizables para aplicaciones de movilidad, al poder transportar mayor cantidad de combustible por volumen, incrementando la autonomía de los medios de transporte en general.
A partir del hidrógeno se pueden obtener otros electrocombustibles, tanto en estado líquido (tecnologías Power-to-líquidos: e-metanol y los productos Fischer-Tropsch: e-diesel, e-gasolina, e-queroseno, e-etileno o e-propileno) como en estado gaseoso (tecnologías Power-to-gas: e-metano o e-amoníaco).
Estos combustibles tienen propiedades fisicoquímicas, idénticas a los productos petrolíferos de origen fósil y suponen una forma de producir combustibles sintéticos y almacenar hidrógeno (y, en primer término, electricidad renovable) capaz de integrarse fácilmente en la infraestructura logística existente (gasoductos, barcos cisterna, etc.). El objetivo principal es investigar y desarrollar tecnologías avanzadas que mejoren la eficiencia energética global y consecuentemente, el coste del proceso de producción.